Todos somos señales - Carlos "titos" Barraza -

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ANALOGÍAS

Las personas se comportan cómo señales, son ondas, son transitorios; el género humano es sumamente inestable e impredecible, todo se va escribiendo, todo se va creando, el género humano es pues una señal continua o discreta, todo debiere ser auténtico porque auténticos somos. En realidad todos somos señales.

El estar aquí presente y enfrente de las bocinas veo a todos como señales porque todos obedecen el espectro de señal emitido por el origen del todo.

Las vibraciones por otro lado se comportan diferentes debido a que cada ser es diverso de otro, las vibraciones se presentan debido a las ondas antes citadas y podrían presentar entonces reverberaciones. Existe un punto en donde nuestro ser presenta anormalidades y es entonces que para cada señal dependiente del tiempo surge el fenómeno conocido como ruido, el ruido es precisamente algo no deseado y aquello no deseado son aquellos sentimientos que tanto dolor causan al ser. Las analogías de la ciencia con el ser son tan idénticas que al parecer nadie se percata de ello.

Todo el mundo camina de forma distante, todos siguen un patrón de señales y al parecer ninguno difiere del otro, ahí la inducción entra en función, el ser es entonces incorrecto y no tiene sentido, porque se transforma en una copia idéntica a su semejante.

Todo mundo pareciera no estar alarmado por este hecho, y eso se explica porque no están concientes de su ser en cuanto ser, si aplicaran la ley de L’Hôpital podrían entonces cambiar el curso de su transitorio y aplicarlo para utilizar el infinito a su placer.

Todo el mundo toma por hecho todo lo que se le interpone, y nunca lo cuestiona porque simplemente se deja llevar, está esa putrefacta esencia de cada ser y la aceptan y la devoran a grandes trozos porque para ellos es lo más fácil, acaban convirtiéndose en cangrejos creyendo todo y mirando hacia atrás, ¿Qué quieren decir?, ¿Qué quieren probar?, ¿acaso son sinceros o son unos comediantes?, ¿son acaso representantes de una obra?, ¿o acaso representan aquello que son?, ¿que tal si no son más que una imitación de un comediante?*, y es que ¿acaso eso los hace felices?.

Somos solo un fragmento de destino, una necesidad para lo que deviene, toda la confusión se presenta en este instante, toda esperanza parece desaparecer, toda clase de ser vivo parece inadaptable.

No quiero pensar en un abandono total de mi ser, es imposible hacerlo, si mi forma de expresar mis ideas puede parecer un tanto “científica” es porque me gusta usar aquel conocimiento para relacionarlo con la vida misma y encontrarle una analogía.

Poco a poco me puedo disolver y si choco contra un muro el cual parece impenetrable puedo pasar por él, debido a mi cantidad de bosones, y entonces: Bang! A la mierda el principio de exclusión de Pauli.

¿Porque uno no puede llegar al llamado “estado fundamental” que tanto insistió Bosse y Einstein?, el estado estacionario en la mecánica cuántica ya existía, todo aquel “descubrimiento” físico es (como tal lo dice) un descubrimiento hacia algo que ya estaba ahí hace millones de años. Un estado estacionario no está sujeto a nada (a un estado de menor energía), la perturbación ocasiona la caída del estado estacionario, por tanto el único estado estacionario verdadero es el estado fundamental.

Regreso y atrapo la esencia que choca conmigo constantemente, mis fotones brincan incesantemente, veo alrededor y todo es un constante cambio de densidad, luminosidad, temperatura, condensación, evaporación, etc, E-T-C. Todo se convierte en una Jaula de Faraday y nada sirve, nada sirve, destrucción, abstracción, expulsión, eyaculación.

Es paralela la inmensidad que recorre el eje de translación, el problema del lenguaje se hace presente, y es que acaso ¿no hay salida?, ¿Por qué siempre se manifiesta este taladro?, firmeza señor!, postura señor!, adelante y cabalga!.

3,2,1 el tiempo se acabó deposite otra moneda……

Jueves de agosto 0:15 horas
2010