La conferencia expuesta por Indrasen Vencatachellum (Director del programa de Artes, Artesanía y Diseño de la UNESCO, ha promovido desde el programa de Naciones Unidas para el desarrollo y el proyecto 21 dentro del Fórum de las Culturas, entre otras iniciativas, la artesanía y el diseño como instrumentos para mejorar la calidad de vida), concientiza, promueve y reforma la manera de cómo el diseñador debe y puede trabajar con el artesano proveniente de una comunidad rural o incluso asentado en la urbe.
Si bien hay que remarcar, la artesanía está en estrecha conexión con el pasado de la región e incluso el país, no es de más aceptar que el presente y futuro también lo están.
El trabajo de las civilizaciones antiguas hace reconocer su Arte Mágico en la vida contemporánea cosmopolita, “el ojo existe en estado salvaje”(1) y lo que en su momento fue una forma innovadora de crear y transmitir se ha transformado en una tradición y por ello lo artesanal se vuelve imperfecto. Cuando el artesano trabaja y pone en marcha sus habilidades, transmuta su trabajo, ninguno de los subsecuentes serán idénticos porque existe siempre una conjunción con el espíritu y la liberación de la mano del artesano, que, mirando de una forma profunda, no sigue ningún modelo impuesto.
Por ello el trabajo del artesano en comparación con el trabajo industrial difiere de formas magnánimas ya que en el proceso industrial no se da esa inspiración que está presente en el artesano.
El problema actual que vive el artesano se refleja en la Globalización ya que lo ha usurpado de maneras descomunales ocasionando por tanto una falta de reconocimiento de su trabajo tanto espiritual como monetario. La Globalización por un lado ha ocasionado que los productos que antes no eran conocidos entren en el marco de competencia y por tanto se podrá adquirir cualquier objeto “artesanal” pero con el riesgo grande de que el mismo no sea auténtico y represente simplemente una copia falsa.
El artesano requiere de una protección análoga a las ya formas de producción existentes, “el que compra lo superfluo, pronto tendrá que vender lo necesario” (2), por tanto más allá del sentido estético, se debe de buscar siempre el sentido espiritual que hay dentro del objeto-creación no haciendo con ello a un lado el aspecto de propiedad intelectual, los derechos de autor o el origen geográfico.
La Organización Mundial de la Propiedad Intelectual trabaja estrechamente con la UNESCO para asegurar la protección del artesano y su trabajo, sin embargo el problema viene cuando al querer registrar la técnica u origen del objeto no se pueda recurrir a una sola persona ya que la misma proviene de una comunidad y por tanto no pertenece a nadie; por ello es tan importante la labor que el diseñador desempeña a la hora de conjuntar su trabajo con el artesano ya que el mismo diseñador funge como “mediador” y el artesano debe aceptar la intervención del diseño para entrar al mercado de la moda sin perder “el alma” de su trabajo y creación. Se trata simplemente de abordar un mecanismo de control que estipule la calidad de los productos, su relación con el medio ambiente, la innovación del diseño, la identidad cultural, la técnica utilizada y la capacidad de entrar en otros mercados.
Relación diseñador-artesano
“Ningún ejército puede detener la fuerza de una idea cuando llega a tiempo” (3). Desde hace ya muchos años el capitalista empresario ha esclavizado el trabajo artesanal reduciéndolo a nada y aprovechándose del mismo. Desde el empresario de una marca reconocida que va a una comunidad indígena para comprar cientos de sombreros obteniéndolos bajo un costo muy por debajo de lo que al final terminara vendiéndolos, haciendo a un lado el valor espiritual, étnico y cultural de la región que proviene para embrutecerse solamente de sus ganancias.
Por ello la relación del diseñador con el artesano debe de cambiar de
Forma→ Función a Forma→ Función→ Espíritu, el artesano aprenderá así de sus habilidades y trabajos de manera contundente al valorar la espiritualidad que representa su esencia y si logra incorporarse al diseño podrá aportar una idea innovadora además de su valor agregado justo. El diseñador por otro lado tomará decisiones e innovará desde una perspectiva nueva y comúnmente estará interesado en los problemas sociales y por tanto cada vez serán más los diseñadores que optarán al artesano como una inspiración para ellos mismos.
Hay que notar que el mundo del diseño está evolucionando y ha optado por incorporar el aspecto sociocultural apartándolo del industrial y económico para fusionarlo de una forma proactiva en la cual el diseñador debe de conocer el mundo del artesano y repropiarse del mismo en un sentido armónico para que se genere una relación óptima, por otro lado, el artesano debe hacer lo mismo teniendo en cuenta la importancia de su trabajo y la importancia del diseñador el cual funge como una conexión al mundo globalizado visto de una forma atractiva y no aprovechada. De la misma manera, el artesano podrá iniciar al diseñador en un nuevo campo de estudio para que él mismo reflexione las maneras en las cuales podrá llevar a cabo sus intervenciones.
Secuelas
“Design is a way of looking at the world with an eye toward changing it” (4)
La intervención del diseñador con el artesano se da al:
- Comprender el contexto. Sumergirse en las costumbres y tradiciones de la comunidad, conocer la lengua, su cultura, su gente.
- Establecer la comunicación. Considerar que además de una comunicación verbal debe de darse también una comunicación visual y espiritual.
- Desarrollar una cooperación ética. Respetar el trabajo de ambas partes (diseñador artesano), esto con la simple finalidad de evitar problemas de propiedad intelectual y establecer una igualdad en el trabajo.
El trabajo del artesano en el diseño tendrá por resultados, acciones positivas como la conservación del patrimonio, la solución a sus problemas de producción y la creación de nuevas líneas de productos, entre otras. Es por demás subrayar la importancia que el diseñador tiene al tomar en cuenta la documentación del desarrollo del proceso, desde su creación filosófica hasta su representación-objeto, con el fin de transmitir además de vender, aspecto que siempre debe de tenerse en cuenta.
Por tanto, finalmente al desarrollar nuevos productos y líneas dentro del campo de producción, tanto artesano como diseñador obtendrán resultados óptimos y remarcarán la importancia que la cultura tiene en el mercado concientizando a su vez que más allá del lujo y vanguardia está el espíritu que representa a una comunidad y una comunidad que representa a un país y un país que representa al mundo.
(1) André Bretón “El surrealismo y la pintura” 1928
(2) Benjamín Franklin
(3) Víctor Hugo
(4) Warren Berger "Glimmer: How Design Can Transform Your Life and Maybe Even the World" 2009
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