sábado, 8 de octubre de 2011

Eugenio Tisselli: sobre la poesía maquinal, o escrita por máquinas. un manifiesto para la destrucción de los poetas.



Es un programador, poeta, artista y profesor, afincado en Barcelona y originario Ciudad de México. Su área de investigación es el diseño de interfaces físicas y la creación de softwares multimedia y sus dotes come programador le han convertido en un elemento indispensable en el equipo de muchos artistas, para los que desarrolla aplicaciones específicas.
"¿quién puede pensar en el arte, cuando existe la posibilidad de la felicidad?", se pregunta un escritor contemporáneo. y si, en efecto, el arte ejerce de somnífero o antidepresivo hoy en día, ¿no sería mejor desmontar ese falso refugio para afrontar así nuestra infelicidad cara a cara, e intentar superarla?

1. la transformación de lo subversivo en espectáculo ha dejado al poeta (cuya misión es la subversión del lenguaje) sin sitios a donde escapar. el poeta es hoy una rata en un rincón, temblando bajo la escoba de los poderes espectaculares.

2. el humanismo ya no cabe en un mundo en proceso acelerado de destrucción a manos de los propios humanos. la carga "humana" soportada por la poesía es ya moralmente insostenible.

3. la conexión significativa entre símbolo (palabra) y señal (realidad) se ha roto de manera irremediable, gracias a los abusos lingüísticos de ámbitos como la política, la comunicación a nivel masivo, el entretenimiento, la mercadotecnia y el consumo salvaje y excesivo.

4. ya no es posible "hacer sentido", todos los significados se han vaciado. vivimos en la era de los cascarones huecos. las nociones de "verdad" y "mentira", por ejemplo, han perdido todo su peso específico, ante la generalización de la charlatanería.

5. las máquinas calculadoras en su variante electrónica, las herramientas / medios capitalistas por excelencia, no han sido usadas para liberar al hombre del trabajo, de la mediocridad y la infelicidad, tal como parecían prometer múltiples voces, sino para esclavizarlo aún mas y convertirlo cada vez mas en un ser dependiente, aislado e infeliz. su pervasividad ha extendido esta dependencia como un virus, hasta llevarla a las áreas mas íntimas de la vida.

6. dichas máquinas, sin embargo, pueden todavía ser usadas para liberar al hombre de las cadenas de si mismo. esta parece ser la última frontera, y a la vez el último recurso.

7. mucho de lo que el hombre destruye cuando "crea", puede salvarse si las tareas de creación son confiadas a las máquinas.

8. muy poca energía y espíritu le queda al hombre después de haber creado. tanto en la literatura como en el arte, lo creado tiene sentido solamente cuando es difundido o exhibido públicamente; esto lleva al "creador" a realizar esfuerzos extenuantes y a recurrir a extremos humillantes. la crisis del lenguaje y la sobreabundancia de estímulos convierten a las creaciones publicadas en una mera caricatura de la profundidad buscada, y las condenan a una muerte súbita y miserable, que puede evitarse solamente si el mercado necrófilo las mantiene con respiración artificial.

9. las máquinas poéticas, los algoritmos generadores de poemas, abren la última via posible hacia la liberación: la superación del arte hacia la plenitud de la vida. que las máquinas hagan la poesía, para así nosotros dedicarnos a vivir.

10. la poesía maquinal ya no representa, no expresa, no refleja, no plasma experiencias, no busca enaltecer ni envilecer, no es un vehículo de nada ni de nadie, simplemente es y está allí. las palabras de la poesía maquinal son químicamente puras, ya que provienen del cálculo; de la ejecución de un algoritmo.

11. la poesía maquinal es imperfecta desde varios puntos de vista lingüísticos, y en esa imperfección radica su riqueza. la supresión de la gramática lleva a la supresión de dios, dijo alguien. la poesía maquinal, desarmada y fragmentada, busca ser construída en la mente y el espíritu de cada lector. si el mundo es ya ininteligible, la poesía maquinal es, en un primer momento, un "manual de uso" para re-aprender a leerlo. sin embargo, la poesía maquinal aspira, en un futuro urgente, a ser leída única y exclusivamente por máquinas. liberación también para el lector humano.

12. la poesía maquinal llenará de palabras rotas pero bellas los pocos años que le quedan a la humanidad.

13. ¡y al final, ni siquiera la belleza!

jueves, 6 de octubre de 2011

Las negociaciones semióticas de la poesía con las artes, el diseño y las tecnologías digitales - por Jorge Luiz Antonio -



La tesis central de este estudio habla de las negociaciones semióticas entre la poesía y la tecnología computacional, cuyo resultado es la
tecnopoesía, concepto que fue una reapropiación del término tecnopoetics de Funkhouser (1994) y del término tecno-poesía de Davinio (2002). Estos dos conceptos derivaron en untercero; el de la tecno-arte-poesía, en mi reciente libro (Antonio, 2010).
Las
negociaciones semióticas con las tecnologías comprenden: la mediación poeta-máquina por medio de los signos y códigos; la mediación de los signos y de los códigos verbales y no verbales; la intervención del poeta en la tecnología computacional para una finalidad poética; y las transmutaciones intersistémicas (poética y tecnológica), que se producen por las interfaces. Esto deriva en la tecnopoesía.La mediación poeta-máquina genera cambios y repartos semióticos en dos fases: la primera, la asimilación de neologismos y conceptos tecnológicos, para poder aplicarlos como temas y expresionas poéticas, es decir, producción de signos, pues el poeta, al tener conocimiento del concepto cultural de una determinada máquina, realiza la semiosis (signo, objeto, interpretante, en la conceptuación de Peirce), es decir, el signo de la máquina pasa a tener significación en el arte verbal del poeta.
Es lo que fue estudiado por Vos (1992, 1996): la literatura sobre la tecnología, la literatura por medio de la tecnología, y la literatura como tecnología.
En una segunda fase, el poeta -no necesariamente de manera directa, ni precisamente en un tiempo inmediatamente posterior- asimila el lenguaje de la máquina e interviene en ella, con la interfaz de la cual dispone y por medio de la creatividad de que dispone, transmuta la función predominante de la máquina -pragmática, referencial, objetiva- en poética -plurisignificativa, interactiva.
La mediación de los signos y códigos verbales y no verbales posibilita la existencia de un lenguaje poético, esencialmente verbal, más no solamente de manera indicial e icónica en los lenguajes no verbales, sino realizado en un lenguaje híbrido e interactivo.
Así, la palabra, esencia de la poesía, negocia con la imágen y los grafismos de la letra y de la palabra manuscrita o manipulada gráficamente e interfiere en ellos para la producción de la poesía visual; con el sonido para producir efectos sonoros (poesía sonora); con la animación, para producir movimientos de palabras, letras e imágenes (poesía animada); con el espacio físico, para la poesía tridimensional. La poesia interfiere en la simulación realizada por la tecnología computacional y se convierte así en tecnopoesía, que tiene existencia en el espacio simbólico del ordenador individual, o en los ordenadores en red.
La
tecnología es un conjunto de conocimientos científicos que se aplican a un determinado ramo de actividad y comprenden saberes (matemática, ciencia, biologia, geometría, teoría de la información, informática, computación, programación, arte, literatura, etc.); las máquinas que fueran creadas para diferentes finalidades pragmáticas (industria, comercio, residencia, ciudad); los medios de comunicación; los métodos científicos en sí mismos o utilizados, por ejemplo para las ciencias sociales, y así en adelante.
La
tecnología computacional comprende procedimientos científicos que envuelven el uso del ordenador como máquina individual de procesamientos diversos (programas, CPU, teclado, mouse, pantalla, impresora, escáner, micrófonos, cajas de sonido, bolígrados, discos rígidos, discos flexibles) y como máquina de comunicación (internet y web).
Esa máquina con circuitos electrónicos de
hardware y, también con lenguajes formales (software, programas, algoritmos), tiene una parte que es programada desde su fabricación y otra que es posible porgramar de maneras diferentes, lo que la hace ser usada como herramienta y/ o como lenguaje. En la gran mayoría de las veces, este material programable es el que el poeta interfiere de diferentes maneras. Esos procedimientos son los que denominamos negociaciones semióticas para la producción de tecnopoesía.
Poesía y computadora son un acto semiótico en el cual la primera es la representante de una tradición del arte de la palabra y la segunda, un aparato electrónico, una máquina programable que guarda, recupera datos y ejecuta operaciones lógicas y matemáticas a gran velocidad, pero que a la vez también ofrece posibilidades de mediación, intervención y transmutación, produciendo signos, significaciones.
La semiosis es el resultado de este "encuentro" y las significaciones que la poesía y la tecnología computacional producen son lo que denominamos tecnopoesía, con el objetivo de afirmar la idea de que en esta simbiosis es la poesía la que produce significados y no la tecnología computacional en sí misma, como se acostumbra pensar cuando se habla del asunto. No obstante, así sea hecha con el auxilio de una máquina, la tecnopoesía no es una poesía maquinal, pero si una actitud reflexiva una manifestación al respecto de la tecnología computacional, bajo el punto de vista del poeta. Es la poetización de la tecnología computacional.
Es por eso que podemos afirmar que la tecnopoesía es un procedimiento del poeta sintonizado con las tecnologías de su tiempo, lo cual puede ser estudiado también bajo una visión histórica.
Entre las innumerables terminologías dadas a ese tipo de producción poética adoptamos iniciamente la denominación general de
tecnopoesía (Funkhouser, 1994; Davivio, 2002). Podemos igualmente entenderla como poesía de la tecnociencia (Popper, 1993), lo que tiene cierta semejanza con el término poetécnicas (Plaza; Tavares, 1998). Se trata, pues, de una poesía que se sirve de los recursos electrónico-digitales de la informática para ambientar la palabra en el contexto potencial de una verbo-voco-moto-visualidad. En ese caso, hay una dislocación del aparato de producción y registro para la concreción de los procedimientos visuales, sonoros y cinéticos.
El tecnopoeta se coloca en un lugar similar al ocupado por el poeta romántico, como un
tecnodemiurgo. El poeta romántico reaccionaba con la Revolución Industrial, creando un mundo subjetivo, ideal, paradisiáco, lo cual se asemeja a las ideas del tecnopoeta que, en virtud del tecnopólio que se muestra avasallador, transforma el mundo tecnocéntrico en lenguaje poético.
La cuestión central es subvertir el lenguaje de la tecnología, para transformarlo en tecnopoética. Así, la cultura no se rinde ante la tecnología, por medio de la intervención del poeta, que hace de ella otra forma de comunicación. Ocurre así una poetización de la tecnología computacional.