jueves, 19 de julio de 2012

Peter Cook

Nació en Essex, UK el 22 de octubre de 1936.
Fue estudiante de arquitectura en la Bounemouth College of Art, pasando más tarde a la Architectural Association School of Architecture, en Londres, donde se graduaría en 1960.
Creó Archigram junto con otros arquitectos, sus diseños siempre mostraron una exquisita presentación y distinción, por ello es imposible no conocer y distinguir el trabajo de Peter Cook.
Quizá la estructura más conocida es "Das Kunst Haus" en Graz, Austria junto con el notable Colin Fournier.
El Profesor Cook se deleitaba en la elaboración de analogías entre caprichos de la gente y las posibilidades inesperadas de su entorno.
Muchos de los proyectos emblemáticos de Archigram explora la cultura pop y las nuevas tecnologías y se basa en la lógica de la diversión y el placer como un fin en sí mismos.
 Entre las más conocidas están caminando la ciudad, una vaina de auto-contenido de los elementos urbanos; Suitaloon, una prenda que se convierte en una vivienda, y Blow-out del pueblo, una ciudad entera temporal inflado por un aerodeslizador.
El profesor Cook siempre fue un entusiasta y se confesó 'inconformista' y un comunicador de enfoques innovadores a la arquitectura, poniendo el mismo énfasis en la enseñanza y práctica de la arquitectura. 


Fue nombrado profesor de la Staedelschule Frankfurt (Academia de Arte) en 1984 en reconocimiento a la forma en la que elevó su perfil arquitectónico, un logro que repitió al ingresar en la Escuela de UCL Bartlett de Arquitectura en 1990.
En el momento de su llegada, la educación de arquitectura en Bartlett UCL, dice "era frágil". "La gente generalmente no entiende que la arquitectura es un arte y una ciencia", prosiguió acerca de su misión de revitalizar la escuela mediante la contratación de más de 20 nuevos profesores, cambiando su estructura y la implantación de una reformulación del proceso de exámen - todo en los primeros nueve meses de su cargo. La UCL Bartlett rápidamente consiguió una excelente reputación como una escuela de excelencia y de innovación en la escena internacional.

"Creo que en mis pies", explica el profesor Cook. "El truco está en ir a conocer su negocio y pedir a los apostadores (estudiantes) lo que piensan.+Me pasé semanas recogiendo opiniones y tuve mucho apoyo de los planificadores. Entonces me seguí moviendo - lo más difícil es mantener el impulso, pero me alegro de decir que el nivel de trabajo sigue siendo tremendamente alto y ampliamente eficaz. 
Un visionario que describe su estilo como "lírica, técnica, mecánica, incluso un poco gótica", el profesor Cook está impulsado por la creencia de que "no hay margen de mejora y la aplicación de las ideas en casi todas las situaciones." El futuro de la arquitectura solamente puede avanzar si los jóvenes siguen entusiasmados y no dejen de soñar.


jueves, 7 de junio de 2012

Mercedes deBellard

Me gusta su trazo, me gusta su esencia y su perfume, su trabajo al menos me provocó bastantes suspiros y es practicamente imposible no mirar con atención su esencia.
Desde España: Meche deBellard.













martes, 5 de junio de 2012

jueves, 31 de mayo de 2012

M.L.A. Chronicles Of The Astronauts

El Hip Hop hoy en día se sigue cosechando en todo el mundo de una manera exquisita y mientras la esencia del hip hop tristemente se ha perdido de su lugar de origen en EUA, proyectos (al parecer koreano) como M.L.A. dejan a uno sonriendo, J. Pak y Pak One nos traen su primer EP titulado Chronicles Of The Astronauts, es un sonido fresco, que recuerda incluso (en algunos instantes) a un joven Kanye West. 


miércoles, 9 de mayo de 2012

La historia de la menstruación

The Story of Menstruation, fue una parte de una serie de dibujos animados por Walt Disney ahi por los años 40 pedida por la empresa de pañuelos Cello-Cotton Company (ahora Kimberly-Clark).
El impacto de The Story of Menstruation fue bastante grande y ello le ayudó a ser merecedora del reconocimiento Good Housekeeping Seal of Approval.
Se dice que fue la primera pelicula animada en mencionar la palabra "vagina". Interesante trabajo.


domingo, 6 de mayo de 2012

El vocabulario de Gustave Flaubert


(Ruán, Francia, 1821 - Croisset, id., 1880) Escritor francés. Hijo de un médico, la precoz pasión de Gustave Flaubert por la literatura queda patente en la pequeña revista literaria Colibrí, que redactaba íntegramente, y en la que de una manera un tanto difusa pero sorprendente se reconocen los temas que desarrollaría el escritor adulto.
Estudió derecho en París, donde conoció a Maxime du Camp, cuya amistad conservó toda la vida, y junto al que realizó un viaje a pie por las regiones de Turena, Bretaña y Normandía. A este viaje siguió otro, más importante (1849-1851), a Egipto, Asia Menor, Turquía, Grecia e Italia, cuyos recuerdos le servirían más adelante para su novela Salambó.
E-X-Q-U-I-S-I-T-O, es tan solo un adjetivo de Flaubert para mí, su voluntad púdica y firme de permanecer oculto en el texto, estar («como Dios») en todas partes y en ninguna, explica el esfuerzo enorme de preparación que le supuso cada una de sus obras (no consideró publicable La tentación de san Antonio hasta haberla reescrito tres veces), en las que nada se enunciaba sin estar previamente controlado. Las profundas investigaciones eruditas que llevó a cabo para escribir su novela Salambó, por ejemplo, tuvieron que ser completadas con otro viaje al norte de África.
Las siguientes palabras han sido sacadas del libro La tentación de san Antonio, y las transcribo para que su vocabulario aumente y se enriquezca.

Atanasio. Por medio de Antonio y sus discípulos, Flaubert ha "desollado" con extrema minuciosidad la Patrología de Jacques Paul Migne (1800-1875). Flaubert se titulaba a sí mismo de una forma irónica "El último de los Padres de la Iglesia".
Daricos. Monedas de oro de los antiguos persas, acuñadas primitivamente con la efigie de Darío.
Estáteras. Moneda griega que valía alrededor de cuatro francos oro.
Ciclos. Moneda babilónica.
Ariándicos. Moneda persa acuñada por Ariandas, gobernador de Egipto bajo el reinado de Cambises y Darío.
Gabarras. Embarcaciones de vela y a remo que servían para cargar y descargar los barcos.
Thalamegas. Del griego "thálamos" (habitación). La palabra thalamegas, usada frecuentemente por Suetonio (fuente de Flaubert), designa a unos grandes barcos de aquella época, provistos de numerosas cabinas.
Biso. Nombre dado por los antiguos (especialmente por Plinio y Apuleyo) a una determinada fibra textil, especie de lino amarillento hecho con los filamentos de conchas bivalvas, los cuales servían para fabricar toda clase de telas preciosas.
Ergástulos. Prisiones donde se encerraba a los esclavos rebeldes.
Beluarios. Esclavo encargado de la vigilancia y cuidado de las fieras en los anfiteatros.
Onagros. Asnos salvajes. 
Ládano. Especie de goma resinosa, exudada por las hojas y las ramas de muchas especies de plantas del género de la jara, y con la que antiguamente se hacían ungüentos a los que se les atribuia virtudes excitantes.
Cinamono. Nombre dado frecuentemente a una sustancia aromática que algunos autores identifican con la mirra y otros con la canela.
Silfio. Planta de la Cirenaica, cuyos brotes y troncos eran comestibles, mientras que el zumo y las raíces eran utilizados en medicina. Flaubert, que debe su conocimiento sin duda a Plinioo, la cita numerosas veces en Salambó.
Shebar. Undécimo mes del año caldeo y judío.
Cálamo. Caña para escribir sobre los papiros.
Célephe. Este extraño término que no tiene traducción al español designa a un leproso, según muchos autores franceses, a partir de Issac de Beausobre ty de su obra Histoire critique de Manichée et du Manichéisme (1737-1739).
Eones. Nombre dado por los gnósticos a las fuerzas eternas emanadas de Dios, tales como la Verdad, el Espíritu, etc.
Calcedonia. Piedra preciosa de color azul o amarillento, de lamisma categoría que las ágatas, y sobre la cual pueden efectuarse inscripciones.
Concilio de Antioquía. En Antioquía se celebraron dos concilios sucesivos, en los años 264 y 268, para juzgar al obispo de dicha ciudad, que fue condenado en el segundo de ellos por sus ideas heréticas y por los desordenes de su vida.
Belerofonte. Es el héroe legendario que, según la mitología giega mató a la Quimera cabalgando sobre Pegaso. Es representado clásicamente como víctima de la hostilidad de los dioses, víctimas de una especie de humor negro. La "enfermedad belerofontina" no es otra que la melancolía.
Diaconisa. Nombre dado a las viudas y a las hijas que, en la primitiva Iglesia, ejercían la caridad entre las mujeres. 
Manípulos de seda. Ornamento sacerdotal que se sujeta al antebrazo izquierdo.
Pultis. Pasta hecha con agua, harina, huevos, queso y miel, que en el alimento básico de los romanos antes de que se conociera el pan, y que más tarde sería considerado como "el alimento de los pobres". El pultis se empleaba también para alimentar a lospollos sagrados y en los sacrificios según Cicerón.
Sistro. Instrumento de música empleado por los sacerdotes de Isis.
Cnyza. Nombre giego del Erigeum viscosum, vulgarmente conocido como hierba pulguera o incensaria.
Hieródula. Esclava al servicio del culto de los dioses griegos y orientales.
Empusa. Espectro nocturno enviado por Hécate, diosa lunar que preside la magia y los hechizos. Está ligada al mundo de las sombras y se aparece a los magos y a las brujas con una antorcha en la mano o bajo la forma de distintos animales. Se atribuye también a Hécate la invención dela hechicería.

miércoles, 25 de abril de 2012

Chinese Man

Muy poco se habla de este colectivo, muy poco realmente, y eso que han trabajado con Dj Shadow, Birdy Nam Nam, Bonobo y Le Peuple De L'Herbe.
Chinese Man fue creado en 2004 como la punta de la lanza del sello independiente Chinese Man Records, dedicado principalmente a la difusión de proyectos que tengan al hip hop como centro de su mundo creativo. De la misma manera, el grupo se ha valido de la potencia y capacidad de reciclabilidad del género, propiciando un universo infinito de combinaciones agradables para el oído inquieto.

La crew (palabra que reemplaza en la jerga rapera al concepto de grupo), de Chinese Man, la componen dos DJs, Zé Mateo y High Ku, y un beatmaker conocido como Sly.

Al poco tiempo de existir se les encargó la realización de la música para un comercial de Mercedes Benz
Este hecho los catapultó a la fama en su pais y Europa allá por 2006, y les dio el empuje necesario para lanzar al año siguiente su primer larga duración titulado “The Groove Sessions”. Este disco compiló todos los temas editados hasta el momento en los EPs “The Pandi Groove” (2005), “The Bunni Groove” (2006) y “The Indy Groove” (2007).

La música de Chinese Man es una deliciosa mixtura de sonidos que parte casi siempre desde la base ordenadora del hip hop, pero que no obedece a ningún patrón genérico más que el determinado por el excelente gusto de sus creadores. Asi pueden sucederse en un mismo tema (o en la sucesión de tracks), fragmentos o reminisencias jazzeras, electrónicas, funkies o dubberas, por citar solo las más comunes.

Les dejo con este album y en verdad bajenlo y denle una buena escuchada y por si acaso gustan puedo poner los demás enlaces para que se descarguen toda su discografía.

[1] Pandi Groove
[2] Searchin For The Space Monkey
[3] Eight y Cinco
[4] Bunni Groove
[5] Washington Square feat Bionic Man Sound
[6] I’ve Got That Tune
[7] You Suck Me
[8] Indi Groove
[9] Skank In The Air
[10] Artichaut
[11] More
[12] Chinese Man

martes, 24 de abril de 2012

LA ESCRITURA COMO TECNOLOGÍA - Por Belen Gache -


En su libro Escritura y Oralidad , Walter Ong planteaba la manera en que el pensamiento e incluso la conciencia del ser humano habían cambiado con el advenimiento de la escritura. Las grandes civilizaciones no hubieran sido las mismas sin ella. Para Ong, la invención de la escritura se constituía como uno de los adelantos técnicos más importantes de todos los tiempos.
La escritura es una tecnología cuyo dominio requiere de un aprendizaje. Se escribe mediante instrumentos, ya sean tabletas de barro y punzones, piedras y cinceles, papiros o procesadores de texto. Los chinos, por ejemplo, hablaban de « los 4 tesoros del gabinete de trabajo del letrado»: wen - fang – szu – pao, es decir pincel, tinta, papel y piedra de tinta.
Además de la utilización de instrumentos, se necesita aprender el dominio de un sistema de signos, jeroglíficos egipcios o mayas, alfabetos cirílicos, fenicios, árabes, hebreos, ideogramas chinos, fraseogramas esquimales o cualquiera que fuese.
Luego tenemos la correspondiente serie de reglas espaciales propias de cada cultura: dirección derecha a izquierda, izquierda a derecha, arriba hacia abajo, renglones, márgenes, puntuaciones. El dominio de la caligrafía china, por ejemplo, puede demandar una vida entera. Este aprendizaje implica la disciplina, la paciencia y la perseverancia. Esta práctica se constituye igualmente como una manera de cultivar la personalidad y el bienestar tanto espiritual como físico. De hecho, se cree que estas son las razones por las que los calígrafos chinos suelen ser generalmente tan longevos.
En 1900, adquirió gran auge en el medio educativo norteamericano el método Palmer y generaciones de niños aprendieron a escribir con él. El mismo se basaba en la repetición maquínica de palotes uniformes en tamaño e inclinación. Si los niños eran zurdos, su mano izquierda debía inmovilizarse a fin de que aprendieran a utilizar la mano derecha. Al igual que sucedía con los calígrafos chinos, para los pedagogos adheridos al método Palmer, el aprendizaje de la escritura manuscrita, proceso educativo lento y penoso, contribuía a disciplinar tanto el cuerpo como la mente y la moral de la juventud americana.
Luego nos quedarán aun las reglas ortográficas, gramaticales, etcétera.

SOSPECHAS
Tecnofobia
Todo cambio genera resistencias. Los cambios tecnológicos han registrado episodios violentos a lo largo de la historia. A comienzos del siglo XIX, por ejemplo, en Inglaterra, encontramos a los luditas. Contrarios a los cambios que aparejaba la Revolución Industrial, se organizaron a fin de destruir las maquinarias utilizadas en la industria textil. El mismo lord Byron salió en defensa de los luditas y pronunció un discurso en su favor en la Casa de los Lores. Poco después, en Francia, otro grupo de personas se resistieron a los avances tecnológicos arrojando zuecos de madera dentro de las máquinas, actividad que pasó a la historia con el nombre de “sabotaje”.
En 1870, un grupo de intelectuales ingleses, entre los que se contaban el escritor, filósofo y crítico de arte John Ruskin y el artista William Morris, arengaban contra la incipiente sociedad de masas y los productos hechos en serie y propiciaban la vuelta a lo rústico y lo artesanal.
A lo largo del siglo XX el resquemor hacia lo tecnológico se manifestó en paradigmáticos símbolos culturales, desde la falsa María de Metrópolis hasta Hal, la computadora despechada, en 2001. Curiosamente en 1997, la computadora Deep Blue, desarrollada por IBM, hizo realidad la premonición de Kubrick al derrotar, mediante un error no programado, al campeón mundial de ajedrez Gary Kasparov.

Grafofobia
Con respecto a la escritura, la misma provocó desde sus comienzos reacciones adversas. En el Fedro, Platón deja registrado el mítico momento en que el dios egipcio Theuth, inventor de la aritmética, la geometría, la astronomía, el ajedrez y el juego de dados, presenta al rey Thamus su nuevo invento: la escritura.
“Esta invención, mi rey, hará más sabios a los egipcios y aliviará en mucho su memoria. He descubierto un medio contra la dificultad de aprender y retener lo aprendido –proclamaba Theuth al mostrar su invención.
-Ingenioso Theuth –le respondió desconfiado el rey-, tú, como apasionado inventor de la escritura, le atribuyes un efecto contrario a su efecto verdadero. En el ánimo de los que le conozcan sólo producirá el olvido pues les hará descuidar la memoria en tanto que dejarán a los caracteres materiales el cuidado de reproducir sus recuerdos. Además, cuando hayan aprendido muchas cosas sin maestro se creerán bastante sabios. Cuando lees los textos crees que los oyes, pero pregúntales algo y siempre te contestarán lo mismo.”
El rey Thamus desconfiaba de la nueva tecnología y consideraba que, lejos de ser de utilidad para los hombres, la misma podía llegar a ser nociva, peligrosa y de un valor incierto.
La escritura ha sido acusada, a lo largo de los siglos, de ser un arma de poder y de dominio. La misma ha servido para que los poderosos escriban las leyes y la historia y sometan a los pueblos. La misma instaura una frontera insalvable entre los hombres que saben escribir y leer de los que no saben. También ha sido temida y sospechada, quizás a causa de su cualidad muda, de portar secretos mágicos. Baste mencionar la tradición cabalística hebrea, el Picatrix, clásico libro de magia árabe que consigna el poder de talismanes rubricados con palabras que se relacionaban con planetas y constelaciones de estrellas o, en la mitología cristiana, el apócrifo Libro de Enoch, que cuenta cómo este profeta enseñó la escritura a los hombres a espaldas de Dios.
Desde sus orígenes, como señala Roland Barthes, la escritura ha tenido por fin no el comunicar y educar a los hombres sino el ocultar y dividir. La criptografía sería, en este sentido, la verdadera vocación de la escritura.
Cuando las tecnologías se unen a la escritura, el recelo se duplica. Las maneras de tecnologizar la palabra siempre fueron recibidas con resquemor. La máquina de escribir fue considerada desde sus comienzos como un objeto inhumano, que además, deshumanizaba a quien la utilizaba: secretarios y oficinistas alienados dentro de la sociedad moderna que requería cada vez de servicios más veloces y homogéneos. De allí que las firmas de cartas y documentos, aun siendo escritos a máquina por estos trabajadores, fueran realizadas manualmente por sus jefes.
La aparición de la imprenta, de los diferentes sistemas de reproductibilidad técnica de la palabra, de internet han sido además recibidos siempre con recelo por su capacidad de expandir mensajes y saberes. Se ha dicho y se dice aun hoy, por ejemplo, que estos pueden llegar a donde no deben llegar, que pueden ser malentendidos, que puede hacerse un mal uso de los mismos. 

De la máquina humana al hombre máquina
Si por un lado tenemos máquinas como Hal o a los replicantes de Blade Runner, sofisticadas máquinas tan perfeccionadas que han comenzado incluso a tener sentimientos humanos, por otro lado tendremos a seres biónicos poderosos, indestructibles, inmortales, donde lo tecnológico actúa mediante prótesis de extensión del cuerpo o de reconfiguración de los sentidos, como Robocop, por ejemplo. Todos ellos serán seres híbridos, cyborgs.
La oposición entre hombre y máquina ha dado lugar a numerosas leyendas como, por ejemplo, la del Golem (criatura artificial hecha a semejanza del hombre por el rabino Loew, en Praga, cuyo cuerpo se animaba a partir de un particular código lingüístico o palabra clave escrita en su frente) o a variados personajes de ficción, desde el Maître Zacharius de Julio Verne o la Eva futura de Villiers de l'Isle-Adam hasta el mismo Pinocchio de Carlo Collodi.
¿Hasta donde son diferentes el cerebro humano y una computadora? ¿Puede una máquina pensar? ¿Puede crear obras literarias o musicales? ¿Puede tener sensibilidad?
En el siglo XVII, los filósofos reflexionaban sobre estas cuestiones.
René Descartes, impresionado con la proliferación de autómatas que se comenzaban a construir en su época, consideraba que, si bien las máquinas podían demostrar un comportamiento racional y lógico, el mismo era fijo e invariable y no podía adaptarse a nuevas situaciones o cambiar su comportamiento de acuerdo a las diferentes circunstancias como lo haría un humano.
“Si hubiera otras máquinas semejantes a nuestros cuerpos y que imitasen nuestras acciones cuanto fuere moralmente posible, siempre tendríamos dos medios seguros de reconocer que no por eso eran hombres verdaderos. El primero sería que jamás podrían usar de las palabras ni de otros signos compuestos de ellas como hacemos nosotros para declarar a los demás nuestros pensamientos. Pues se puede concebir que una máquina esté hecha de tal manera que profiera palabras pero no que arregle las palabras de diversos modos para responder según el sentido de cuanto en su presencia se diga como pueden hacer aun los más estúpidos de los hombres. La segunda manera de diferenciar las máquinas de los hombres es que por más que las primeras sean capaces de realizar determinadas cosas en ocasiones incluso mejor que algunos de nosotros, no podrán hacerlo en otras, por lo cual descubriremos que no actúan debido a un conocimiento sino simplemente de acuerdo a la particular disposición de sus partes.”, decía Descartes.
Descartes, por supuesto, daba clara primacía al espíritu sobre el cuerpo. La concepción cartesiana fue considerada válida durante mucho tiempo. Sin embargo, en las primeras décadas del siglo XX el conocimiento de que en los seres vivientes espíritu y razón surgen del funcionamiento de dispositivos simples organizados alrededor de la percepción del cuerpo comenzó a dar argumentos a quienes pretendían crear sistemas de inteligencia artificial.
En 1936, Alan Turing, planteó el concepto de “computabilidad”. (Turing, 1992) Según él, algo (fuera un número, un teorema, una acción, un comportamiento) era computable si existía una máquina capaz de computarlo. El hecho de que una máquina pudiera computarlo o no dependía exclusivamente de su cantidad de memoria disponible. Si una máquina tuviera la suficiente memoria, podría computar sin problemas comportamientos tan complejos como los humanos.
Turing propuso igualmente un test para verificar hasta dónde una máquina podía ser “pensante”: un examinador está conectado a dos terminales a las cuales no tiene acceso visual. En una de ellas hay una computadora y en la otra un ser humano. El examinador debe determinar en cuál terminal está cada uno de ellos. Según Turing, siguiendo su test un examinador tendría únicamente un 70 por ciento de posibilidades de equivocarse.
Para él, antes de que terminara el siglo XX el concepto de “máquina pensante”estaría completamente asimilado por nuestra cultura.
En 1948, Norbert Wienner publica su libro Cybernetics or control and communication in the animal and the machine (Cibernética o control y comunicación en el animal y la máquina). Allí describe una nueva manera de entender cómo funciona el mundo basado en sus experiencias sobre las formas en que la información es transmitida y procesada. Wienner concebía un mundo focalizado en la información en lugar de en la energía y en procesos numéricos y digitales en lugar de maquínico-físicos o analógicos. En su libro Dios y el Golem, por su parte, juega con la idea de un mundo donde las máquinas puedan incluso superar en inteligencia a sus propios creadores.
Los trabajos de Wienner, así como los de Turing y los de Von Neumann, cambiaron radicalmente la imagen de nuestros procesos mentales que de estados psicológicos más o menos oscuros, más o menos nebulosos e impalpables, pasaron a ser concebidos como simples circuitos que permitían diferentes pasajes de información.
Este tipo de estudios fueron rápidamente asimilados tanto en el campo de la lingüística como en el de la literatura. En la década del 60, Italo Calvino entiende al lenguaje mismo como una máquina y al escritor también como una máquina de combinar palabras a partir de determinadas reglas.

Máquinas de pensar
Así como Leibniz, cuya concepción del pensamiento humano era completamente maquínica, construyó una máquina de calcular en 1670 capaz de multiplicar, dividir y sacar raíces cuadradas, en 1840 Charles Babbage y Ada Lovelace, la hija de Lord Byron, imaginaron la construcción de una máquina pensante. Babbage pretendía reemplazar las imperfectas máquinas basadas en tablas de logaritmos que se utilizaban en la navegación con otras máquinas más sofisticadas que hicieran los cálculos e imprimieran los resultados. Lovelace soñaba con una máquina que compusiera música pero que a la vez pudiera calcular las probabilidades de, por ejemplo, una carrera de caballos. Para construir su máquina, partieron de la tecnología que en la época se utilizaba para tejer Jacquard y que funcionaba mediante un sistema de tarjetas perforadas que controlaban automáticamente la disposición de los hilos en los telares. Sin embargo, en su práctica, no obtuvieron mayores resultados.

Máquinas de leer
La idea de una máquina de leer ha estado presente en la historia de la literatura.
En l937, en ocasión de una exposición surrealista, Raymond Roussel presenta una máquina a partir de la cual podía leerse su propio libro Nouvelles Impressions d’Afrique, cuyo texto estaba construido a partir de comentarios al margen, notas al pie y paréntesis que solían llegar a tener hasta nueve niveles de inclusión. Esta máquina consistía en una especie de fichero cilíndrico en el cual las fichas se presentaban enhebradas y coloreadas de acuerdo al diferente nivel de inclusión de cada una de las frases.
En La vuelta al día en ochenta mundos, Julio Cortázar menciona, así mismo, una máquina para leer su novela Rayuela diseñada por un miembro del Instituto de Altos Estudios Patafísicos de Buenos Aires. Cortázar presenta una serie de diagramas, proyectos y diseños para la misma, consistente en una suerte de mueble plagado de gavetas junto con una lista de instrucciones de uso. Por ejemplo:
A-Inicia el funcionamiento a partir del capítulo 73 (sale la gaveta 73); al cerrarse esta se abre la No.1 y así sucesivamente. Si se desea interrumpir la lectura, por ejemplo, en mitad del capítulo 16, se debe apretar el botón antes de cerrar esta gaveta.
B-Cuando se quiera reiniciar la lectura a partir del momento en que se ha interrumpido, bastará apretar este botón y aparecerá la gaveta No 16, continuándose el proceso.
C- suelta todos los resortes de manera que pueda elegirse cualquier gaveta con solo tirar de la perilla. Deja de funcionar el sistema eléctrico.
D-Botón destinado a la lectura del Primer Libro, es decir, del capítulo 1 al 56 de corrido. Al cerrar la gaveta No 1, se abre la No 2 y así sucesivamente.
E-Botón para interrumpir el funcionamiento en el momento en que se quiera, una vez llegado al circuito final: 58, 131, 58, 131, 58, etc.
F- En el modelo con cama, este botón abre la parte inferior, quedando la cama preparada.
En la actualidad la fantasía de una máquina que pueda leer por sí misma se ha hecho realidad con las máquinas de leer para ciegos, consistentes en unos scanners que procesan el texto y lo convierten en señales de audio.

Máquinas de escribir o el escritor como máquina
En 1726, en Gulliver’s Travels, Johnathan Swift nos presentaba una máquina que consistía en un bastidor compuesto de varios trozos de madera eslabonados entre sí por delgados alambres. Esos trozos de madera estaban cubiertos, a su vez, en cada uno de sus lados, por trozos de papel pegado en los que se hallaban escritas toda clase de palabras sin ningún tipo de orden. Cada vez que unas palancas de hierro se activaban, los trozos de madera giraban y cambiaban la disposición de las palabras. A partir de esta máquina, podrían escribirse por igual libros de filosofía, poesía, política, derecho, matemática, teología, etcétera. No puede dejar de verse en este fragmento de la obra de Swift la burla implícita a concepciones maquínicas del lenguaje como la de Leibniz.
Poco después, Europa comienza a poblarse de autómatas-escribas. Famosos son los autómatas escritores de Friedrich von Knaus (1753), quien antes de su construcción había estudiado largamente el problema de la escritura automática, y de Pierre Jaquet-Droz (1774). Tanto en un caso como en otro, estos autómatas eran capaces de cargar por sí mismos sus plumas en tinteros y de trazar frases enteras en hojas de papel.
En 1874, apareció en el mercado la primera máquina de escribir patentada por la firma Eliphalet Remington e hijos, misma firma fabricante de los famosos rifles Remington. Esta nueva tecnología tendría una fuerte influencia tanto en el crecimiento comercial americano como en la emancipación de la mujer. Con la aparición de las computadoras se adoptará una actitud completamente nueva frente a la palabra escrita debido a que las mismas son capaces de fundir en una misma acción composición y publicación.
Por otra parte, la noción del mismo escritor como máquina para escribir está presente en una serie de autores como el antes citado Calvino (quien habla del escritor como una máquina literaria), en William Burroughs o en Brion Gysin (quien hablará de poesías maquínicas), entre otros.
Los medios digitales permitieron, además, realizar una serie de programas de escritura para ser utilizados por las propias máquinas. El Brutus.1, sistema de generación de prosa narrativa desarrollado, al igual que Deep Blue, por I.B.M. incluye acciones como el planeamiento narrativo, el planeamiento a nivel de la oración, un sistema de elección léxica, revisión de textos a nivel gramatical y ortográfico junto con un menú de 2,363 situaciones narrativas diferentes.
Textos como los diseñados por el Brutus 1 nos hacen volver a cuestionarnos hoy qué es lo propiamente humano y qué no lo es.
En "A surreal space odyssey through the wounded galaxies", la última narración de The Soft Machine (1961), William Burroughs establecía su propio mito de la creación: imaginaba el comienzo de la raza humana como un desastre biológico. Los monos se convertían en hombres debido a que se infectaban con un virus que mataba a la mayor parte de la especie y hacía mutar al resto. Los sobrevivientes sentían una dolorosa invasión en sus cuerpos de una fuerza exterior que gradualmente producía el comportamiento humano. La humanidad se desarrollaba precisamente a partir de esta enfermedad que era la enfermedad del lenguaje.
The “soft machine”, la “máquina blanda”, no es otra cosa que el ser humano, controlado y manipuleado a partir del propio lenguaje. El escritor, por su parte, no será otra cosa que una máquina de programar sistemas de signos; todo libro, como ya señalaban Gilles Deleuze y Felix Guattari al comenzar Mil Mesetas, será una pequeña máquina y toda aventura textual implicará por sí misma la puesta en marcha de una serie de máquinas culturales.

BIBLIOGRAFÍA
Barthes, Roland (1989), “Variaciones sobre la escritura”, en Campa, Ricardo, La escritura y la etimología del mundo, Buenos Aires, Sudamericana.
Calvino, Italo (1983), “Cibernética y fantasmas”, en Punto y aparte, Barcelona, Bruguera.
Cortázar, Julio (1968), La vuelta al día en ochenta mundos, México, Siglo XXI.
Jacques Derrida (1972), "La pharmacie de Platon", en La dissémination, París, Seuil.
Burroughs, William (1992): The soft machine, Boston, Atlantic Monthly Press.
Deleuze, Gilles y Guattari, Félix (1980) : Mille Plateaux, Paris, Editions de Minuit.
Ong, Walter (1982), Orality and Literacy: The Technologizing of the Word, London, Routledge.
Platón (1976), Fedro, en Diálogos III, Madrid, Gredos.
Roussel, Raymond (1963), Nouvelles impressions d’Afrique- L’ame de Victor Hugo, Paris, Editions Pauvert.
Swift, Johnathan (1998), Gulliver’s Travels, Oxford, Oxford University Press.
Turing, Alan (1992), Collected Works of A.M. Turing, Milton Keynes, Open University, (Volume 1: Mechanical intelligence).
Wienner, Norbert (1948), Cybernetics or control and communication in the animal and the machine, Massachusetts, The MIT Press.

martes, 28 de febrero de 2012

Gonzalo Rojas



Poeta chileno nacido en Lebu, Arauco, en 1917.
Estudió Derecho y Literatura en el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile. Fue profesor de Estética Literaria y Jefe del Departamento de Castellano en la Universidad de Concepción. Ejerció la docencia en Utah, EE.UU., Alemania y Venezuela. Organizó a partir de 1958 los famosos Congresos de Escritores en Concepción, reuniendo lo más selecto de la literatura latinoamericana. Fue diplomático en China y Cuba. Perteneció al grupo surrealista reunido en torno a la Revista Mandrágora, 1938 - 1943.
Recibió numerosos premios internacionales, entre los que se cuentan: Premio Sociedad de Escritores de Chile por «Poesía Inédita» 1946, Premio Reina Sofía de poesía de España, Premio Octavio Paz de México y José Hernández de Argentina, además del Premio Nacional de Literatura de Chile en 1992 y del Premio Cervantes de Literatura 2003.
Luego de una corta enfermedad, falleció el 25 de abril de 2011.


Descenso a los infiernos

Yo no descanso nunca. Yo no tengo reposo
porque me estoy haciendo y deshaciendo.
Soy la lengua incesante del mar que anuncia el éter y el abismo.

Mi palabra anda en boca de todos los amantes
que descuartizan su alma por los besos
para honrar con su llama la acción de la semilla.

¿Por qué veo a los hombres en catástrofe?
¿Por qué los veo presos
si siempre fueron libres, con las alas cortadas?

¿No soy hijo del hombre? ¿No soy parte del día?
¿No soy sobreviviente de otros ojos vaciados,
ojos que hace mil años se abrieron en el niño
que era mi propio cuerpo?

¿No heredarán mis ojos los hijos de mi canto
hasta hacerse otra vez un niño misterioso
que llorará ante el mar sin poder comprenderlo?

Me paseo furioso,
cortado en dos mitades milenarias,
como el gran mar que tiene dos cabezas erguidas
para mirar arriba y abajo la tormenta.

¿Dónde empieza y termina la pasión de mi cuerpo,
libre de la mentira? ¿Es mi sangre la estrella
del movimiento, sol de doble filo,
en que lo obscuro mata a lo confuso?

Me alimento de sangre.
Por eso estoy hundido,
en esa posición de quien perdió su centro,
la cabeza apoyada en mis rodillas,
como una criatura que vuelve a las entrañas
de millares de madres sucesivas,
buscando en esos bosques las raíces primeras,
mordido por serpientes y pájaros monstruosos,
nadando en la marea del instinto,
buscando lo que soy, como un gusano
doblado para verse.

¿Es la pasión la forma de mi conocimiento?
¿Son mis ojos las manchas
del aire? ¿O es el aire padre de la mentira?

El sol, todo este sol que me desvela al fondo de las últimas formas
con su estallido inexplicable,
me está poniendo ciego de mirar lo perdido.

Yo veo por mis actos mucho más que a través de mis visiones
que mi ceguera es parte de la total videncia,
cuya luz me fascina con sólo obscurecerme
debajo de esos soles ociosos y enredados
que componen los días de este mundo.

Mi obscuridad se sale de madre para ver
toda la relación entre el ser y la nada,
no para hacer saltar el horizonte,
ni para armar los restos de lo que fué unidad,
ni para nada rígido y mortuorio,
sino por ver el método de la iluminación
que es obra de mi llama.

Así vivo en lo hondo de mis cinco sentidos
mil años boca arriba y otros mil boca abajo,
pues necesito entrar a saco en cada cosa,
sembrar allí un volcán y dejarlo crecer
hasta que estalle solo.

Yo no explico las causas como si fueran flores
encima de una mesa llena de comensales,
mientras suena la música.

Oh miseria del hombre,
desde hace miles de años
la mentira es el único cadáver
que contamina el éter de las cosas:
el cadáver sin fin, ese pelo infinito
que aparece en el punta de la lengua.
Ese pelo de muerto que cae de la noche,
nuestro peor cuchillo,
que nos corta los ojos con dulzura.

Me imagino que todos los cobardes
viven de la mentira,
todos esos que buscan
los principios debajo de las piedras,
seres que no son hijos de sus obras
sino esclavos del miedo.

La loba

Unos meses la sangre se vistió con tu hermosa
figura de muchacha, con tu pelo
torrencial, y el sonido
de tu risa unos meses me hizo llorar las ásperas espinas
de la tristeza. El mundo
se me empezó a morir como un niño en la noche,
y yo mismo era un niño con mis años a cuestas por las calles, un ángel
ciego, terrestre, oscuro,
con mi pecado adentro, con tu belleza cruel, y la justicia
sacándome los ojos por haberte mirado.

Y tú volabas libre, con tu peso ligero sobre el mar, oh mi diosa,
segura, perfumada,
porque no eras culpable de haber nacido hermosa, y la alegría
salía por tu boca como vertiente pura
de marfil, y bailabas
con tus pasos felices de loba, y en el vértigo
del día, otra muchacha
que salía de ti, como otra maravilla
de lo maravilloso, me escribía una carta profundamente triste,
porque estábamos lejos, y decías
que me amabas.

Pero los meses vuelan como vuelan los días, como vuelan
en un vuelo sin fin las tempestades,
pues nadie sabe nada de nada, y es confuso
todo lo que elegimos hasta que nos quedamos
solos, definitivos, completamente solos.

Quédate ahí, muchacha. Párate ahí, en el giro
del baile, como entonces, cuando te vi venir, mi rara estrella.
Quiero seguirte viendo muchos años, venir
impalpable, profunda,
girante, así, perfecta, con tu negro vestido
y tu pañuelo verde, y esa cintura, amor,
y esa cintura.

Quédate ahí. Tal vez te conviertas en aire
o en luz, pero te digo que subirás con éste y no con otro:
con éste que ahora te habla de vivir para siempre
tú subirás al sol, tú volverás
con él y no con otro, una tarde de junio,
cada trescientos años, a la orilla del mar,
eterna, eternamente con él y no con otro.


Siempre el adiós

Tú llorarás a mares
tres negros días, ya pulverizada
por mi recuerdo, por mis ojos fijos
que te verán llorar detrás de las cortinas de tu alcoba,
sin inmutarse, como dos espinas,
porque la espina es la flor de la nada.
Y me estarás llorando sin saber por qué lloras,
sin saber quién se ha ido:
si eres tú, si soy yo, si el abismo es un beso.

Todo será de golpe
como tu llanto encima de mi cara vacía.
Correrás por las calles. Me mirarás sin verme
en la espalda de todos los varones que marchan al trabajo.
Entrarás en los cines para oírme en la sombra del murmullo. Abrirás
la mampara estridente: allí estarán las mesas esperando mi risa
tan ronca como el vaso de cerveza, servido y desolado.


En cuanto a la imaginación de las piedras

En cuanto a la imaginación de las piedras casi todo lo de carácter copioso es poco fidedigno:
de lejos sin discusión su preñez animal es otra,
coetáneas de las altísimas no vienen de las estrellas,
su naturaleza no es alquímica sino música,
pocas son palomas, casi todas son bailarinas, de ahí su encanto;
por desfiguradas o selladas, su majestad es la única que comunica con la Figura,
pese a su fijeza no son andróginas,
respiran por pulmones y antes de ser lo que son fueron máquinas de aire,
consta en libros que entre ellas no hay Himalayas,
ni rameras,
no usan manto y su único vestido es el desollamiento,
son más mar que el mar y han llorado,
aun las más enormes vuelan de noche en todas direcciones y no enloquecen,
son ciegas de nacimiento y ven a Dios,
la ventilación es su substancia,
no han leído a Wittgenstein pero saben que se equivoca,
no entierran a sus muertos,
la originalidad en materia de rosas les da asco,
no creen en la inspiración ni comen luciérnagas,
ni en la farsa del humor,
les gusta la poesía con tal que no suene,
no entran en comercio con los aplausos,
cumplen 70 años cada segundo y se ríen de los peces,
lo de los niños en probeta las hace bostezar,
los ejércitos gloriosos les parecen miserables,
odian los aforismos y el derramamiento,
son geómetras y en las orejas llevan aros de platino,
viven del ocio sagrado.




domingo, 26 de febrero de 2012

La casa del árbol grande

Si me preguntan, ¿playa o bosque?, sin pensarlo respondería "bosque", vivir en ese lugar, convivir con el medio, con la paz, con la calma, con la fauna y hasta con los mosquitos.
Recuerdo cuando era un niñato y me escapaba a la casa del árbol del vecino rico de por aqui del barrio, recuerdo que el muy imbécil embarraba de mierda (literal) su casa para que nadie osara entrar, pero ¡vaya estupidez!, ni el mismo podía hacerlo con tan desagradable olor y sustancia que yacia en toda su casa.
Seguramente a Horace Burgess le pasó algo asi, y por ello decidió construir su propia casa en un bosque sobre un gran árbol y le llevó 14 años.
Con tan solo 30 metros de alto esta casa evoca simplemente la palabra: BALANCE.
Tal vez algún día decida construir la mía, por mientras suspiraré con las fotos.

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jueves, 23 de febrero de 2012

Robert Smithson


En 1969, el artista estadounidense, Robert Smithson, viajó al sureste mexicano en compañía de la artista Nancy Holt y la galerista Virginia Dwan. Aficionado a los viajes terrestres en automóvil, la geología y la geografía, Smithson realizó en su trayectoria por la península yucateca las esculturas "desplazamientos de espejos", que después formaron parte de su ensayo "Incidentes de viajes-espejo en Yucatán". Una vez que llegó a Palenque, Smithson tomó una serie de fotografías del lugar en el que él y sus acompañantes se hospedaron durante su estancia en la ciudad que da nombre al hotel.
Tres años más tarde, Hotel Palenque fue presentada ante un auditorio de estudiantes en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Utah. Imagen tras imagen el autor compartió su percepción de una edificación derruida y construida a la vez. En ella encontró ecos de la arquitectura prehispánica, así como referencias a los grabados de cárceles hechos por Piranesi en el siglo XVIII. Su aguda apreciación hizo resaltar elementos constructivos y decorativos que en su extravagancia
–calificada como "barroco maya"– aludían al arte neoyorkino de la década de los setenta.
Con el tiempo, esta obra se convirtió en un referente importante de las historias de viajes realizadas por artistas y exploradores, capaces de aportar una visión peculiar a la percepción del entorno.
De Robert Smithson, Alias ha publicado también Selección de escritos, que es una compilación de sus ensayos aparecidos en revistas como Artforum, Arts International, Art Magazine, entre otras. Este libro, realizado en colaboración con el Museo Tamayo, completa dicha selección.
La estructura conserva en cierta medida todo lo intricado y terrorífico que se puede encontrar en un típico templo maya, en especial en los de variedad Uxmal, que son muy, muy… Se llama "barroco maya", y se caracteriza por las fachadas serpenteantes, llenas de espirales con formas que se entrelazan esculpidas en la roca; es muy bonito. Para mí, esta ventana, aparentemente inútil, revela muchas de las verdades acerca del temperamento mexicano.
-Robert Smithson-

miércoles, 15 de febrero de 2012

Duma: La figura femenina



Nació en Lisboa, en 1973. Vive y trabaja en Oeiras, Portugal, estudió publicidad en IADE (Artes Visuales, Diseño y del Instituto marketig) y también estudió dibujo y pintura en la Sociedad Nacional de Bellas Artes, en Lisboa.
“La figura femenina es algo natural en mi trabajo, es como un pedazo de mí
representada en cada lienzo. Me gusta mostrar al espectador sólo una pequeña parte de la escena completa. Me gusta dejar espacio para la imaginación del espectador. En cada cuadro hay un universo ilimitado de acciones, pensamientos y emociones, cada personaje nos muestra un poco de su personalidad, es como una imagen congelada de una película o una cámara de foto de un momento”.
Visiten su página para ver todo su trabajo.